jueves, 5 de junio de 2008

Como el aire que tú respiras


No sé, no sé.
No sé a ti, pero si llevo un largo rato sin darlos o recibirlos ya me siento como si algo me faltara. Sí, lo reconozco, me encantan los
abrazos. Me encanta dar abrazos cuando veo que la gente los necesita, me encanta que me los den cuando no me encuentro bien, me gusta saludar a la gente que me importa con abrazos, me gusta abrazar porque sí.

¿Afectuosa? ¿Cariñosa? ¿Pegajosa?
No sé, no sé.

Tú (quizás) lo verás de otra manera, pero para mi, son tan vitales como el aire que respiras. Y, sobre todo, por encima de todo, me encanta que siempre estés ahi dispuesto a regalarme uno. Aunque hayas llegado a sentir que te he decepcionado, aunque ese día no me soportes. Siempre fiel a ese gesto.

No sé, pero creo que este texto es para darte las gracias por esas pequeñas cosas (sí, esas que forman la vida).


No sé , no sé.

2 comentarios:

piesken dijo...

Pues no sé, no sé.

Ay Bea que arte, muy bonito, si señora...a ver si mantienes ese estilo tuyo abrazantil y mimoso, que a mi por lo menos me encanta. Te quiero...;)

Blodwen dijo...

Pues yo necesito un abrazo muy gordo para esta depresion pre-no-selectividad.

Me encanta tu blog que lo sepas.