Y huelo el calor,
pero miras, hablas,
hielas
y me quedo fuera
(al otro lado
de la enorme pared de iglú)
de la enorme pared de iglú)
esperando
preguntándome
semana a semana
si seré o no fulminada
por tu ártica mirada
Ya no hago preguntas
ya intenté calentar mis manos
(y las tuyas)
una y mil veces
pero mi fogata es un tanto humilde
comparada con tu vasta llanura
de fuego helado y ventisca
Y no quiero seguir resignándome
ni previendo el fatídico resultado
cada vez que rasgo las cerillas,
cada vez que prendo las ramas
Seguir explicando
por qué se consumieron las brasas
Han pasado los meses
y el invierno no cesa
¿merece acaso la pena
este riesgo constante de hipotermia?
este riesgo constante de hipotermia?
A veces el hielo se pega a la piel
y quema
y ya no reconozco
glaciar de volcán
ya no sé
si me debo o no abrigar
Lo intenté
una y mil veces
a pesar de la incertidumbre,
de este miedo a congelarme
a pesar de todo,
nada.
a pesar de todo,
nada.
Quizás ambas partes,
ya hemos llegado a la conclusión
de que no estoy hecha
(y nunca lo estaré)
para este clima polar.
Quizás sea el momento
de hacer el macuto
calzarme las botas
y caminar.