viernes, 17 de mayo de 2013

Clouds

En esta nube gris caben mis manos
procurando mantener agarrado
ese tenue haz de luz que hace de faro
y me mantiene en el firme camino del asfalto, lejos del fango
cerca de lo que se supone que tiene que ser mi vida
(aunque a veces, sin saber cómo, el asfalto se derrita)

En esta nube gris caben palabras
desordenadas, irracionales, a destiempo, entrecortadas
torpes y amargas
aquellas pobres perdedoras que no pasaron por la criba
de lo oportuno y dicharachero
y no encajaron en los moldes
aquellas que sólo pueden ser escupidas
y viven en lo alto, acuosas y clandestinas

En esta nube gris cabe tu juicio
cabe el muro contra el que estamparse
grandes ojos de guadaña 
que ensombrecen complicidades
cabe la decepción 
de uno a los demás y viceversa
cabe el cansancio, la espera
de lo que nunca vendrá a no ser que yo me mueva
pero las (des)ganas pesan, y pesan, y pesan...

En esta nube gris cabe algo precioso
que nunca alcanzarás a ver
porque está sucio y oxidado
sus incompletos engranajes chirrían
y entona una triste y repetitiva melodía
porque no lo verás vestido de alegría
porque en esta nube existe otro tipo de nobleza
vulgar e imperfecta

En esta nube gris cabe un hilo finísimo
y una funambulista temblorosa
caben impotencia, frustración
caben patadas e inconsciencia
cabe el tiempo que pierdo,
los momentos que malgasto,
oportunidades que desaprovecho 
y energía materializada en relámpagos

(Lo que un caparazón no puede contener en su interior
se evapora y sube directo hacia ella)

Esta nube gris nunca para de engordar
cada día depara mil monstruos que va acogiendo sin distinción
supongo que por eso le gusta llover
empapar de verdades cabezas y paraguas
(narices, labios y mejillas)
deshacerse del peso de lo que ya ni recuerdo
y dormir, tras la tempestad, con un sosiego renovado

Con una calma que parece eterna
aunque las dos sepamos que no
(pero nos gusta engañarnos).