sábado, 7 de abril de 2012

Ekilicuá

será que ha llegado la hora de matar eso que oprime tu laringe
y de entrar en tu mente y abrir las puertas de par en par
porque quizás acabas de darte cuenta de que vivir en paz y tranquilamente
no tiene por qué ser un bodrio, ni una rutina, ni mucho menos un lastre

Por no castigar a mi conciencia, he decidido otorgarle el beneficio de la duda, aunque no sea ético ni lo recomienden por ahí.
(La pobre ya es mayorcita, un día acabará fatal de los nervios)





Vaya un sábado tristón se ve desde mi ventana.